La educación
científica a nivel internacional
Como sabemos
hoy en día la educación de la ciencia y la tecnología es crucial en el
desarrollo social, para las sociedades desarrolladas, como para las que están en vía de desarrollo, la educación científica
beneficia a los países desarrollados, ya que:
¨La educación es uno de los
principales factores que promueven la movilidad social, siendo la educación
secundaria clave, tanto para el desarrollo de procesos cognitivos superiores
como para la definición del destino de los individuos, una vez que egresan del
sistema escolar. La educación científica, mediante la generación de competencia
científica, puede colaborar fuertemente en este desarrollo. A nivel tanto
internacional como nacional se promueve el uso de la indagación científica como
un enfoque pedagógico efectivo en el desarrollo de estas competencias,
especialmente bajo contextos de alta vulnerabilidad.¨ (Gonzales Weil et
al.2009)
Figura 1: (La CUDI trabaja para
consolidad la actividad científica y educativa nacional a través de la
conectividad con la ciencia a nivel internacional. Foto: Agencia ID)
El conocimiento científico ha trascendido
prácticamente a todos los aspectos de lo cotidiano, y se vuelve indispensable
no sólo para la comprensión del medio en que estamos inmersos, sino también
para participar de manera fundamentada en una sociedad democrática. Es así que
en la Conferencia Mundial sobre la Ciencia para el siglo XXI (año 1999),
auspiciada por la UNESCO, se considera que "el acceso al saber científico
con fines pacíficos desde una edad muy temprana forma parte del derecho a la
educación que tienen todos los hombres y mujeres, y que la enseñanza de la
ciencia es fundamental para la plena realización del ser humano, para crear una
capacidad científica endógena y para contar con ciudadanos activos e
informados". Y proclama: "La enseñanza científica, en sentido amplio,
sin discriminación y que abarque todos los niveles y modalidades, es un
requisito previo esencial de la democracia y el desarrollo sostenible"
(Declaración de Budapest, UNESCO-ICSU, 1999).
Esta concepción, internacionalmente consensuada, supone un cambio
en el objetivo de la educación científica. Si antes el énfasis estaba puesto en
el generar nuevos científicos, ahora el acento se coloca en lograr en todas las
personas un grado suficiente de conocimientos, habilidades y actitudes
científicas, entendiendo que esto es relevante para la vida de cualquier
ciudadano. En los países en vías de desarrollo la educación científica debiera
suponer especialmente un mejoramiento de la calidad de vida de todos los
ciudadanos, por ejemplo, al enfatizar aspectos como la salud y la nutrición, el
cuidado del medio ambiente, el desarrollo de competencias para el trabajo, etc.
Así, en las comunidades más vulnerables, como es el caso de muchos de nuestros
establecimientos municipales y subvencionados, una educación científica de
calidad, que traiga conocimientos científicos, tecnológicos y matemáticos,
puede constituir un factor crítico para el logro de justicia social (Zahur et
al. 2002)
Bibliografía:
Corina González Weil, María Teresa Martínez Larraín, Carolina Martínez
Galaz, Karen Cuevas Solís, Líber Muñoz Concha (2009). LA EDUCACION
CIENTIFICA COMO APOYO A LA MOVILIDAD SOCIAL: DESAFÍOS EN TORNO AL ROL DEL
PROFESOR SECUNDARIO EN LA IMPLEMENTACION DE LA INDAGACIÓN CIENTIFICA COMO ENFOQUE
PEDAGÓGICO Pontificia Universidad Católica de Val paraíso,
Avda. Brasil 2950, Val paraíso. corina.gonzalez@ucv.cl
UNESCO-ICSU
(1999). Declaración de Budapest. Conferencia Mundial sobre la Ciencia para el
Siglo XXI: Un nuevo compromiso. Recuperado el 12-01-07 de http://www.oei.es/salactsi/budapestdec.htm
Zahur,
R., A. C. Barton & B. R. Upadhyay (2002). Science education for empowerment
and social change: a case study of a teacher educator in urban Pakistán. Int.
J. Sci. Educ. 24 (9),
899-917.
No hay comentarios:
Publicar un comentario