Es una realidad que sin la ciencia y la tecnología,
hoy día todos los humanos que habitan el planeta tierra no podrían vivir. Por
ende se necesita la ciencia y tecnología para poder generar el alimento,
medicinas, textiles, transportes, viviendas, comunicación, etc.
Por otra parte se debe de educar a los ciudadanos que
esta es una herramienta a la cual se le debe de dar un uso correcto para
obtener un beneficio, porque de lo contrario podría ser un riesgo para la
humanidad (Arana Ercilla, 2005, pág. 295) .
Ya que
si se deja de lado los aspectos culturales y sociales vinculados con el
desarrollo científico y tecnológico de un país, para centrarse en aquellos relacionados
con el desarrollo económico y la competitividad de una nación; puede apreciarse
cómo el avance de la ciencia y la tecnología en la actualidad afectan a
prácticamente todas las áreas de producción de un país. (Nieda & Macedo,
1997).
Figura 1. Tomada de: S.A, 2011. Importancia de
la ciencia y la tecnología para la competitividad de un país: se observa
como la ciencia y tecnología puede afectar o favorecer todas las áreas
económicas de un país, por lo que da la competitividad del país.
Sin
embargo; para que la educación científica y tecnológica se convierta en una
herramienta útil para las personas, que les permita competir dentro de la
cultura y las sociedades modernas; debe ir más allá de la simple transmisión de
conocimientos, ideas y teorías; para dar paso a una educación centrada en el desarrollo
de habilidades de pensamiento y destrezas mentales y motoras que permitan a las
personas resolver los problemas que les plantea la vida moderna aplicando el
conocimiento científico. (Gil, et al, 2005).
Según (Laez Rincón & Jiménez Montaño, 2011) la sociedad actual
es la sociedad del conocimiento, por lo que el conocimiento especializado y
aplicado constituye la verdadera riqueza. La competitividad económica de un
país aumenta conforme aumenta la capacitación y productividad de las personas
que lo conforman. Las capacitaciones específicas (principalmente las enfocadas
al desarrollo de actividades productivas) constituyen verdaderos impulsores del
crecimiento económico, tecnológico e industrial de una nación.
Se sabe que para poder avanzar en
cualquier proceso de superación, es de vital importancia conocer todos los
eventos, situaciones que han ido evolucionando con el tiempo, lo que trae
consigo en su pasado en este caso en particular la ciencia, porque como nos
dice: “Las investigaciones sobre la comprensión publica de la ciencia ponen de
manifiesto que la base del interés, la actitud y los conocimientos científicos
van muy ligados al nivel de formación de los ciudadanos” (Cáceres & Rivas,
1996).
Por lo mismo no se puede iniciar una
educación científica con una mentalidad en donde se crea que la competitividad
de un país se logra sino se inicia en formar al ciudadano de las muchas
herramientas que tiene para lograrlo.
De acuerdo con Elenga (2012), el desarrollo de un país desde
un punto de vista económico es la capacidad de generar riquezas, que permiten
mantener o aumentar la prosperidad o bienestar económico y social de sus
habitantes. Aunque el desarrollo de un país no depende solamente de la economía
sino de otros factores como lo son el factor social, político, cultural entre
otros, a través de estos también se puede medir la competitividad de un país.
El desarrollo ocasionado por la posesión abundante de un
factor de producción, y por la pertenencia de un conjunto de factores que, bien
empleados, permitan a un país generar niveles de crecimiento estables. El Producto del desarrollo de las tecnologías,
la comunicación, la globalización de la economía y la internacionalización de
las empresas; es el conocimiento que ha pasado a ser un factor de producción
que establece las diferencias en el desarrollo de un país.
Dentro de la importancia que tiene la
educación científica en la competitividad, se pueden establecer objetivos
importantes como lo es que la ciencia es la reguladora
de la salud, un país es competitivo cuando cuenta con personas dispuestas a
emprenderse en la vida, a sacar proyectos adelante, empresas y además, para esto
se debe contar con una buena salud, la ciencia es la que permite que se genere
los estudios pertinentes para encontrar cura a enfermedades y tratamientos que
alivien y sanen diversas enfermedades, también la participación que
experimentamos en los avances tecnológicos, el hecho de portar un nuevo
artefacto en las manos, la comodidad que hoy por hoy puede gozar la humanidad,
es parte de los muchos aportes a nivel tecnológico que la educación científica
y el estudio y practicas arduas de muchos investigadores que permiten dar
acceso.
Finalmente en la actualidad, la educación científica y
tecnología de calidad es un eje central de la competitividad de un país;
no solo porque propicia la formación de personas económicamente productivas
y mano de obra calificada sino, sobre todo, porque favorece la formación
de ciudadanos informados que pueden participar de forma responsable en la toma
de decisiones sobre el desarrollo de su país. (Acebedo, et al, 2003)
Enlace
https://www.idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=%2035691608
Bibliografía
Acebedo, et al. (2003). Papel de la
educación CTS en una alfabetización científica y tecnológica para todas las
personas. Recuperado de: http://reec.uvigo.es/volumenes/volumen2/REEC_2_2_1.pdf
Arana Ercilla, M. H. (21 de septiembre de
2005). La Educación Científico-Tecnológica desde los Estudios de Ciencia,
Tecnología, Sociedad e Innovación. Bogotá, Colombia.
Cáceres, J & Ribas, C. (1996). La
sociedad opina sobre la ciencia. Mundo científico, n° 167, Abril
Elenga. A. R. (2012). El conocimiento como factor básico del
desarrollo social Recuperado de http://www.eumed.net/rev/cccss/20/are.html
Gil, et, al. (2005)¿Cómo promover el interés
por la cultura científica? Recuperado de http://campusvirtual.uned.ac.cr/lms/mod/folder/view.php?id=429077
Laez Rincón, F. J., & Jiménez Montaño,
M. Á. (15 de Enero-Abril de 2011). Ciencia y el hombre. Obtenido de
http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol24num1/articulos/educacion/.com
Nieda & Macedo, (1997). Nieda, J. y
Macedo B. (1997). Un currículo científico para estudiantes de 11 a14
años. Madrid, España: OEI-UNESCO. Recuperado de: http://www.campus-oei.org/oeivirt/curricie/index.html
S.A. (2011). Gestión en ciencia y
tecnología. Recuperado de